La Casa del Risco

La Casa del Risco fue construida en 1681 y a lo largo del tiempo ha tenido varios dueños, entre los cuales están los condes de San Miguel de Aguayo, el marqués de Agreda, el obispo Abad y Queipo, Manuel Payno y finalmente Isidro Fabela.

A mediados del siglo XVIII la casa perteneció a funcionarios de la Real Casa de Moneda quienes la ampliaron y la embellecieron y al final de eses siglo tres de los mejores arquitectos de la Nueva España la intervinieron y en esa época es muy probable que se construyera la famosa fuente adosada al muro del patio.

Es una casa de dos niveles con fachada simétrica respecto al eje del portón, un balcón central, la hornacina de remate y su mirador característico que se
eleva un piso más del lado derecho, en el primer nivel tiene dos ventanas enrejadas con botaguas superiores a los lados del portón, el segundo nivel tiene tres ventanas con balcones enmarcados con jambas corridas hasta la cornisa alta, por encima de ellas dos gárgolas por ventana y remata con pretil de arcos invertidos que ciñen al nicho central.
El nicho central de estilo barroco con una escultura de Nuestra Señora de Loreto de pie sobre la Santa Cruz de Nazareth, por debajo un querubín en relieve para recordar la traslación milagrosa de la casa en 1291, al centro una cruz de piedra.

El mirador cuenta con dos ventanas cerradas por arcos escarzanos al frente con pretil rematado por arcos invertidos.

Al interior, en el patio central, se encuentra la Fuente del Risco limitada por una moldura de argamasa que acompaña las orillas y remata con una hornacina.

Con el tiempo lentamente la fuente fue presa de la destrucción hasta que Isidro Fabela el último propietario de la casa la reconstruyó aumentándole el brocal y sustituyendo las piezas que le faltaban con otras procurando siempre que fueran tan bellas como las originales y que tuvieran las mismas características.

Esta fuente es un “risco” que es una decoración inspirada en el arte chino que imita contornos de piedra y conchas que era un estilo dominante en tiempos de Luis XV en Francia y que se convierte en un testimonio de la historia de San Ángel, primero del paso de los frailes dominicos que fundaron San Jacinto dado que en sus viajes a las filipinas les permitieron admirar la delicada y minuciosa porcelana china, segundo a la influencia del Obispo de Puebla Juan de Palafox y Mendoza asiduo visitante a la villa de San Ángel y quien posiblemente trajo la delicada loza de talavera de Puebla y el tercero son las conchas marinas que provienen de tres continentes y que suelen observarse en construcciones del rococó europeo.

Otros elementos que víncula esta fuente con la orden de los dominicos son “los perros del señor” Domini cane parte importante del escudo de Santo Domingo de Guzmán, tambien la sirena tocando la guitarra como simbolo de la tentación.

En los nichos laterales macetas poblanas colocadas hacia bajo como base de tibores del mismo origen con su tapa provenientes del taller poblano Uriarte y sobre cada uno de ellos un plato de semiporcelana inglesa blue willow (sauce azul).

La fuente esta rematada por una escultura de talavera poblana del Siglo XVIII que representa a Hércules venciendo al León de Nemea.